domingo, 24 de noviembre de 2013

American Cookies - Cookies de chocolate


Se acerca la navidad y tengo que ir pensando en qué recetas navideñas voy a preparar para estas fiestas.

En realidad ya subí una receta especial para Navidad hace casi un año, cochinillo asado, pero también he querido combinarlo con algún dulce típico de la Navidad: las cookies de chocolate, o american cookies, esas típicas galletas americanas que todos hemos visto en multitud de películas, y que también se pueden comprar en el super, aunque no tan buenas como las que os voy a enseñar.

Y ya lo aviso:              Esta receta es muy muy sencilla.


INGREDIENTES:

- 120 gr de mantequilla en pomada (a unos 37º C)
- 75 gr de azúcar moreno
- 75 gr de azúcar blanco
- 1 huevo
- 240 gr de harina
- Media cucharadita de bicarbonato
- 150 gr de lágrimas de chocolate
- Una pizca de sal

ELABORACIÓN:

Con estos ingredientes se pueden conseguir al menos unas 20 cookies.

1- En primer lugar mezclaremos el azúcar y la mantequilla. Por este motivo, hemos de trabajar con la mantequilla en pomada, es decir, a una temperatura que no impida la correcta mezcla de los ingredientes. Si está demasiado fría tendremos dos opciones:

- La opción que elegirán los niños y los cocineros profesionales: coger la mantequilla con las manos y manipularla continuamente hasta que coja una temperatura que le deje aspecto de crema o pomada (de ahí su nombre).
    - La opción que, casi seguro, elegiréis vosotros para evitar engrasaros las manos: Ponerla en un recipiente y darle unos segundos en el microondas.
    2) A continuación añadiremos el huevo entero y batiremos nuevamente hasta la completa mezcla.

    3) Añadiremos poco a poco la harina, el bicarbonato y la sal e iremos mezclando con una espátula, pues ahora será más difícil hacer la mezcla, ya que se formará una masa bastante sólida y quebradiza.

    4) Mientras vamos realizando el paso anterior, añadimos también las lágrimas de chocolate y seguiremos mezclando.

    La elección del chocolate en forma de lágrimas tiene una fácil explicación. Este chocolate no se derretirá en el horno durante la cocción, lo que les dará ese aspecto característico, y sin que la masa de la galleta adquiera el color del chocolate al fundirse.

    Además, también podéis hacer variaciones sobre la receta que os doy que os permitirán obtener una gama de galletas mas amplia, empleando los ingredientes básicos ya mencionados, como por ejemplo, añadir trocitos de almendra o de otros frutos secos, junto con el chocolate, o sin él, o por ejemplo, ponerles fruta confitada, o adornos dulces, etc.
     


    5) Una vez hemos terminado de mezclar todos los ingredientes adecuadamente, tendremos que enfriar la masa, para que la mantequilla cuaje y nos permita conformar las galletas. Para ello tenemos dos opciones:

    • Hacer una bola con toda la masa, cubrirla con film transparente de cocina, y dejarla en la nevera, durante al menos 30 minutos.
    • Hacer una especie de morcilla con la masa, sellarla con film transparente y dejarla en la nevera, durante al menos 30 minutos. 
    La receta que yo os he presentado aquí sigue el segundo camino, pues facilita mucho la posterior manipulación de la masa y hace que todas las galletas sean más o menos del mismo tamaño.

    6) Como ya he indicado, tras hacer la "morcilla" con la masa, con un tamaño en torno a los 4 o 5 centímetros de diámetro, y sellarla con el film, la introduciremos al menos 30 minutos en la nevera, si bien puede quedarse un día completo si, por ejemplo queremos dejarla preparada para el día siguiente. También se puede, incluso, congelar.

    7) Pasado ese tiempo, sacaremos la masa de la nevera y procederemos a cortar "medallones" de unos 2 centímetros, a los que quitaremos el plástico de alrededor, y los colocaremos sobre la bandeja cubierta con papel de horno presionándolos un poco con la palma de la mano.

    Hemos de tener cuidado con la distancia que dejemos entre cada medallón pues con el calor, el medallón se extenderá ocupando bastante espacio alrededor de su posición original, y podrían formar una gran galleta ocupando el total de la bandeja de horno. Por ello es preferible hacer las galletas en varias hornadas. De hecho, recomiendo dejar más espacio entre los medallones que el que aparece en la foto, pues en algún caso, se me fundieron varias galletas en una sola.

    8) introducimos la bandeja con los medallones en el horno precalentado a 170/180º y las dejaremos ahí entre 10 y 15 minutos, en función del tamaño de nuestras galletas.

    9) Sacamos la bandeja del horno y dejamos que las galletas se enfríen. Comprobaréis que al sacar la bandeja, las galletas tienen la consistencia de un bizcocho, pero no os preocupéis. En cuanto se enfríen se secarán y tendrán ese delicioso crujido que las caracteriza.

    Una vez frías, ya están listas para comerse, y si sois capaces de dejar alguna para el día siguiente (bastante difícil si hay niños de por medio), sólo tenéis que ponerlas en un recipiente hermético (preferiblemente de cristal o metal) y se conservarán perfectamente por varios días.



    Y recordad, cuando llegue el día, dejad una cuantas cookies y un vaso de leche junto a la chimenea para que Papá Noel, Santa Claus, San Nicolás o los Reyes Magos, según vuestra preferencia, puedan hacer un descanso. Seguro que al probarlas serán incluso más generosos con vosotros.


    Bon appétit




    domingo, 17 de noviembre de 2013

    Bacon Cheese fries (Fosters Hollywood - Receta rápida)

    Deliciosas bacon cheese fries

    Hace ya varias subidas empecé una serie destinada a dar las recetas de algunos de los platos más característicos de las principales cadenas de "comida rápida". Empecé con el pollo frito de KFC (Kentucky Fried Chicken), y hoy voy con el "bacon cheese fried" de Fosters Hollywood, con lo que ya sólo me quedan, Telepizza, McDonals, Burguer King y alguna otra.

    En realidad esta receta es probable que no la hayáis comido previamente en el restaurante, pero os aseguro que la hecha en casa está buenísima, y además es tan fácil de hacer que parece mentira. Además yo he optado por la forma más rápida y sencilla de elaborarla, empleando para ello productos preparados, con lo que es ideal para sacaros de un apuro si tenéis una visita inesperada para cenar o comer.

    Y sólo en 12 minutos.


    INGREDIENTES:

    - Patatas fritas precocidas congeladas
    - Salsa fina de ajo (alioli suave)
    - Bacon ahumado
    - 4 quesos variados


    ELABORACIÓN:

    1- En primer lugar preparamos las patatas fritas. Por supuesto, para ello podremos emplear el método tradicional, pelar y freir en sartén, emplear el método fácil de freir patatas precocidas congeladas, o bien, como es el caso que os propongo, elegir una variedad de éstas últimas que resulta mucho más sencilla, más rápida y que no ensucia más que el plato en el que las presentaréis: Patatas fritas al horno congeladas.



    Estas patatas sólo necesitan entre 10 y 12 minutos de horno a 200 grados, y estarán listas, así que las ponemos en un plato que nos permita introducirlo en el horno, o bien, como ha sido mi caso, las ponemos en una bandeja de horno para que se hagan según las instrucciones del fabricante.

    2- Mientras se van cocinando las patatas, sólo hay que cortar el bacon en finas tiras y ponerlo en una sartén bien caliente sin que necesitemos aportar ninguna grasa (aceite, etc).



    Cuando consigamos que el bacon se haya tostado un poco, procedemos a sacarlo de la sartén y a pasarle el cuchillo para hacer trozos más pequeños. Luego sólo hay que dejarlo sobre una servilleta de papel para que se absorba la grasa sobrante.

    3- Pasados los 10 minutos de las patatas en el horno a 200 grados, sólo tenemos que sacar la bandeja del horno y echar sobre las patatas el resto de ingredientes:

    * un chorro de alioli ligero (si te gusta fuerte, puedes igualmente adaptar esta receta). Yo he elegido la salsa fina con ajo de Mercadona.



    * Una primera capa de los cuatro quesos (Gouda, Cheddar, curado y Emmental). Yo he elegido la mezcla de cuatro quesos de Mercadona.

    Aspecto del plato antes de terminarlo en el horno

    * Ahora incorporamos los copos de bacon que hemos preparado.

    * Terminamos de cubrir con el resto del queso disponible.

    4- Volvemos a introducir la bandeja de las patatas en el horno, durante unos 2 minutos, y ya sólo queda esperar la ovación del público.

    El resultado es profesional, y su sabor magnífico, tanto para padres como para hijos pequeños.

    Aspecto del plato al sacarlo del horno


    Bon Appètite.





    lunes, 11 de noviembre de 2013

    Bacalao al PIL PIL


    Bueno, hace demasiados días que no subo nada, y lo cierto es que tengo varias recetas a medio terminar, así que he decidido empezar por un clásico de la cocina vasca, y que, además de ser un delicioso plato, es muy fácil de hacer, el bacalao al pil pil.

    En resumidas cuentas se trata de un plato de bacalao confitado (cocido en aceite a baja temperatura para que no se acabe friendo), en el que tras finalizar su preparación se aprovecha la gelatina desprendida por el pescado para hacer una emulsión con el aceite.

    Existen varias historias para explicar el origen de este plato, pero la que más me gusta es la que atribuye su origen a los pescadores que pasaban muchos días en alta mar, y comían de lo que ésta les daba.

    Así, un día en el que la mar estaba brava, el cocinero de uno de estos pesqueros estaba preparando un bacalao frito, pero tuvo que dejar la cazuela de barro tras prepararlo para ayudar a sus compañeros. Con el movimiento del barco, la cazuela se movió de un lado a otro, ligándose la salsa que le da nombre a la receta una vez que bajó un poco la temperatura del aceite.

    La receta que aquí os presento es, por así decirlo, la sencilla. ¿Por qué?

    Pues porque la receta original partiría de bacalao salado, pero desalarlo, además de llevar más de un día de elaboración previa, puede dar lugar a que nos salga demasiado salado el plato.

    Además, la receta original exige que se haga en cazuela de barro, y en las cocinas caseras modernas, normalmente no es fácil de cocinar con barro, bien porque el barro y a vitrocerámica no se suelen llevar demasiado bien, bien porque directamente las cocinas de inducción no calientan los recipientes de barro.

    Y por último, porque para ligar la salsa, hay que estar moviendo el pescado dentro de la cazuela de barro para que éste ayude a emulsionar la gelatina con el aceite.

    Nosotros conseguiremos exactamente el mismo resultado partiendo de bacalao fresco y cocinando en una sartén antiadherente normal, ayudándonos de un pequeño truco que os explicaré más abajo.

    INGREDIENTES:

    - Bacalao fresco o congelado desalado, preferiblemente los lomos (1 o dos trozos por comensal, según tamaño de la pieza).
    - 1 ó 2 dientes de ajo por comensal.
    - Una guindilla seca.
    - Aceite de oliva.
    - Sal.

    ELABORACIÓN:

    - En primer lugar cortaremos la guindilla en anillas y filetearemos los ajos.

    - Pondremos a calentar una buena cantidad de aceite en la sartén y freiremos en ella los ajos y la guindilla. Cuando los ajos comiencen a ponerse rubios, los retiramos de la sartén junto con la guindilla y los reservamos para la presentación del plato.

    - Bajamos la intensidad del calor a media/baja, y cuando veamos que ha bajado un poco la temperatura del aceite incorporamos los trozos de bacalao, poniéndolos con la piel hacia arriba, de manera que ésta quede más o menos sumergida en el aceite (es decir, el grosor de nuestros trozos de bacalao nos marcarán el nivel de aceite necesario).

    Conviene que en todo momento estemos moviendo la sartén para facilitar que las piezas de bacalao suelten la gelatina mientras se están confitando.


     - Pasados unos minutos, podremos ver cómo las capas de la carne del bacalao empiezan a abrirse. En ese momento empezaremos a comprobar si la piel puede atravesarse fácilmente. En el momento en que esto último suceda, podremos darle la vuelta al bacalao para que termine de hacerse por la parte de la piel y ya podremos sacar los trozos para dejarlos reposando en un plato.

    Si os fijáis, al poco tiempo de poner el bacalao en la sartén empiezan a aparecer una bolitas en el aceite que se suelen ir al fondo. Esa es la gelatina que nos permitirá hacer el pil pil.

    - Una vez reposado el bacalao y habiéndose enfriado un poco el aceite, pasamos a elaborar el pil pil. Para ello, incorporaremos a la sartén el líquido que haya soltado el bacalao en reposo, y usaremos un sencillo truco que nos permitirá montar la emulsión en un minuto o dos (frente a los 15 que puede costar haciéndolo por la receta tradicional).

    Este truco consiste en emplear un colador para batir el aceite. Tan sencillo como eso. Moveremos el colador sobre el aceite y enseguida veréis que empieza a montarse una bonita salsa amarilla. Podréis probarla para comprobar su punto de sal y ajustarlo. Seguimos batiendo hasta alcanzar el punto de consistencia deseado, ni muy líquido ni muy sólido.

    El aceite y la gelatina del bacalao listos para emulsionar


    Empieza a aparecer el pil pil

    El pil pil ya está listo

    Si tenéis problemas para que emulsione la salsa, añadid un poco de agua (no más de una cucharada sopera) y comenzará a ligarse.

    Del mismo modo, si veis que hay demasiado aceite en la sartén sólo hay que retirar la cantidad necesaria (sólo de la parte superior de la sartén, ya que en la parte de abajo está la gelatina), y podremos ir añadiendo más aceite conforme se vaya montando el pil pil hasta alcanzar la cantidad deseada.

    - Por último, sólo hay que presentar el plato, echando sobre los trozos de bacalao el pil pil y decorando con las láminas de ajo frito y la guindilla.



    La calidad del bacalao, nos permitirá disponer de una cantidad de gelatina suficiente para la elaboración, pero también hay que vigilar que los ajos sean muy sabrosos, así como la guindilla, pues estos serán la clave del sabor del plato, ya que sus aromas quedarán en el aceite con el que luego haremos la salsa.


    Un plato de primera, delicioso, y muy vistoso, que recomiendo probar incluso a aquellos de vosotros que no seáis muy "seguidores" del bacalao.




    Bon appétit.

    domingo, 13 de octubre de 2013

    Risotto oriental de pollo al curry


    Como hace ya demasiado tiempo que no subo una receta, he decidido, por "petición del público", subir mi receta de este plato de arroz, con el que podréis brillar con vuestros invitados, y que dada su sencillez, podréis preparar sin dificultad incluso el dia que tengáis muchos amigos en casa y que, además, gustará a mayores y pequeños.

    INGREDIENTES (para 4 personas)

    - 250 gr de pimiento rojo y verde
    - 200 gr de cebolla
    - 400 gr de arroz (clásico o basmati)
    - 250 gr de champiñón
    - 4 muslos de pollo
    - Limón
    - Aceite de sésamo
    - Salsa de soja
    - Curry
    - Ajo
    - Aceite de oliva, sal, pimienta y perejil


    ELABORACIÓN:

    Para esta receta, es recomendable disponer de un wok, la típica sartén asiática. No obstante, si no la tenéis, no importa, bastará con usar una sartén con suficiente profundidad, ya que la elaboración tendrá bastante volumen.


    1- Preparamos la Misse en place, para asegurarnos de que todo está en su lugar y en el formato que necesitaremos para la elaboración.



    2- Conforme vemos en la imagen superior, deberemos cortar nuestros ingredientes en el tamaño y forma adecuados, los pimientos en tiras de unos 4-5 centímetros de largo, las cebollas en juliana, los champiñones en cuartos (si son pequeños) y el pollo en trozos pequeños.

    3- A continuación, en el wok, pondremos a pochar la cebolla y el ajo, junto con un poco de aceite de oliva y sal. Pasados unos minutos, y antes de que termine de hacerse la cebolla, incorporamos los pimientos.



    4- Por último incorporamos los champiñones, junto con un poco de zumo de limón y pimienta molida.

    5- Una vez esté finalizada la verdura, y sin dejar que se haga demasiado, pues luego seguirá cocinándose, la retiramos, y en el mismo wok, incorporamos el pollo, salpimentado, junto con aceite, procediendo a su fritura.


    6- Cuando pasen unos minutos, añadiremos una cucharada pequeña de curry, junto con el zumo de medio limón y dejamos que termine de hacerse.


    7- Finalmente mezclaremos todos los ingredientes ya elaborados, y les daremos una última vuelta en el wok, añadiéndole una cantidad generosa de salsa de soja y un chorrito de aceite de sésamo (esto es opcional).



    De igual modo, en este punto también se puede añadir manzana o piña cortada en pequeños trozos, pero como yo no los he usado, no los he puesto en los ingredientes.

    8- Mientras tanto, en una olla, procedemos a la cocción del arroz, para lo que pondremos abundante agua a hervir y entonces añadimos el arroz, salándolo, y manteniendo la ebullición durante 15 minutos exactos, momento en el que lo tendremos listo para servir.

    Ahora que ya tenemos todos los ingredientes elaborados, procederemos a su presentación, pudiendo hacerlo de manera separada, por ejemplo, una base de arroz sobre la que se echa el pollo al curry,


    O bien, mi preferida, que es mezclar en el wok todos los ingredientes y servirlos entonces. De esta manera conseguimos que el arroz se empape de todos los aromas al absorber la salsa que se ha generado, y además le daremos ese aspecto de risotto que da nombre al plato.





    Bon appétit.



    martes, 3 de septiembre de 2013

    Picadillo de cabeza cocida de cerdo / Tapa de oreja y morro de cerdo



    Ha pasado demasiado tiempo desde mi última entrada, y aprovechando que se aproxima el final de las vacaciones veraniegas, nuestra cocinera, María García, nos ha preparado un plato típico del campo de Cartagena, que, estoy seguro que puede herir la sensibilidad de alguno de vosotros, la cabeza de cerdo cocida.

    Como ella nos ha contado, la cabeza de cerdo cocida es el manjar que todo el mundo busca en los días de matanza, en ocasiones obliga a disponer de más de una cabeza por cada animal sacrificado (tal es su demanda), además del hecho de que lo sencillo de su elaboración hace que sea un majar preparado en multitud de eventos, sobre todo de ámbito campestre.

    PICADILLO DE CABEZA COCIDA DE CERDO

    INGREDIENTES:

    - Una cabeza de cerdo partida por la mitad

    - Agua

    - Aliño al gusto




    ELABORACIÓN:

    1- Si las cabezas os han venido con las orejas, procederemos a cortarlas, pues el tiempo de cocción es menor que el resto, así que lo mejor será que nuestro carnicero nos las sirva por separado.

    2- Con independencia de lo limpias que puedan venir las cabezas de cerdo, hay que hacerles una limpieza exhaustiva, frotándolas con sal gruesa, sobre todo las orejas, el hocico y la boca, y aclarándolas con agua.




    3- En una olla grande ponemos una cantidad suficiente de agua a hervir, y cuando llegue a ebullición incorporaremos las cabezas y las orejas. Así, cuando haya transcurrido aproximadamente 2 horas de cocción, podremos extraer las orejas, dejando el resto hasta una hora más en cocción, verificando ya cada 15 minutos el punto de cocción de la cabeza.




    4- Para deshuesar la cabeza, únicamente hemos de dejar que la cabeza se enfríe un poco, y ya podremos separar la carne del hueso sin ningún problema, y cortar los trozos al tamaño que prefiramos.

    5- Ahora sólo tendremos que aliñar la carne al gusto de cada comensal, si bien, yo recomiendo hacerlo con sal, pimienta y un chorrito de zumo de limón, aunque hay muchos que no necesitan ponerle nada más y empiezan a comérsela nada más salir de la olla.

    TAPA DE OREJA Y MORRO

    INGREDIENTES:

    - Oreja y morro de cerdo cocido
    - Aceite
    - Ajo
    - Perejil
    - Pimienta
    - Sal
    - Pimentón dulce
    - Orégano

    ELABORACIÓN:

    1- Esta receta comienza a partir de las orejas y morro de la cabeza cocida anteriormente.

    2- Preparamos una majada en el mortero con 2 ó 3 dientes de ajo, orégano, perejil, pimienta molida, Orégano y sal.

    3- En una sartén con un poco de aceite, añadimos la majada anterior y removemos, añadiendo la oreja y el morro en trozos pequeños una vez se haya calentado lo suficiente.

    4- Añadimos el pimentón molido y removemos, dejando que se termine de tostar un poquito y cuando veamos que empiezan a pegarse los trozos unos con otros, por acción de la gelatina presente en estas carnes, retiraremos de la sartén y presentaremos el plato.


    Como habréis podido comprobar, se trata de dos sencillas recetas que os permitirán realizar un menú campestre de primer orden (siempre que no seáis demasiado aprensivos).

    Bon appétit.