miércoles, 10 de octubre de 2012

Tarta de chocolate y cerveza Guinness


Sí, ya se que os puede sonar algo raro, una tarta de chocolate con cerveza negra. Pues os recomiendo que no perdáis el tiempo pensando a qué demonios puede saber la mezcla, y la hagáis ya mismo. Un éxito seguro.

Esta tarta tiene su historia, por una parte, se acerca el puente del Pilar, en el que coinciden varias celebraciones familiares, el primer cumpleaños de Malena, mi hija pequeña, el santo de María Teresa, mi hija mayor, y mi madre, el aniversario de boda, y la inauguración oficial de la casa de Tallante, una vez reconstruida.

Cuadro del aspecto original de la casa de Tallante
Todo esto me obliga a realizar un esfuerzo especial en la elaboración del menú de la comida de celebración conjunta de todos estos eventos.

Y así, me encuentro consultando el dulce blog de mi amiga Pi, el horno de Uli, con la receta de una tarta que, por un lado sorprende por su composición, en apariencia tan poco compatible, y por otro lado me traslada a un país del que me enamoré cuando lo recorrí allá por 2008, y al que he prometido volver.

Tomando una pinta en la fábrica Guinness (2008)
Hasta aquí todo estaba claro y planificado para hacer la receta el próximo sábado, pero anoche recibo una proposición que no puedo rechazar por parte de mi mujer, Rosa, y acabamos viendo una de nuestras pelis favoritas, "El hombre Tranquilo", ambientada en Irlanda.

Conclusión, hoy es fiesta en Valencia, y cuando me levanto, lo primero que hago es comprobar que tengo todos los ingredientes para realizar la tarta y, sin pensarlo dos veces, me pongo manos a la obra. Quizás el resultado no sea estéticamente el adecuado, la escultura no es lo mío, sin embargo, os aseguro que cuando la probéis no será la última vez que ha hagáis. La mejor tarta de chocolate casera que he probado hasta la fecha.

Bueno, y dejando atrás todo este rollo que os he metido, paso a contar la receta:

INGREDIENTES:

Para la tarta:

  • 250 ml de Guinness
  • 250 g de mantequilla
  • 80 g de cacao en polvo
  • 400 g de azúcar
  • 2 huevos
  • 1 cucharadita de esencia de vainilla
  • 140 ml de buttermilk
  • 280 g de harina de repostería ( no bizcochona)
  • 2 cucharaditas de bicarbonato
  • 1/2 cucharadita de levadura (por ejemplo royal)

Para la cobertura:

  • 250 g de queso mascarpone
  • 250 ml de nata líquida para montar
  • 100 g de azúcar glass


ELABORACIÓN:

1- Encendemos el horno y lo precalentamos a 180ºC.

2- Preparamos la buttlermilk, para ello tomamos 140 ml de leche entera y le añadimos una cucharada colmada de zumo de limón recién exprimido, y lo dejamos en reposo durante unos 10 minutos, mientras seguimos con nuestra elaboración. Como veréis, empezará a aparecer una especie de grumos en la leche, pero no os preocupéis, eso es lo que queremos.

3- En un recipiente ponemos la cerveza Guinness, junto con el azúcar y la mantequilla, la ponemos al fuego y vamos removiendo hasta que se funda la mantequilla y se disuelva el azúcar, evitando que llegue a hervir.



4- Retiramos del fuego y añadimos el cacao en polvo, asegurándonos de que se disuelva correctamente y sin dejar grumos.

5- En un bol aparte, ponemos los huevos, la vainilla y el buttlermilk y los mezclamos. Luego, lo incorporamos al recipiente con la mezcla de la cerveza y demás componentes y volvemos a agitar para mezclar bien.

6- En un bol grande, incorporamos tamizados, el resto de ingredientes, la harina, el bicarbonato y la levadura, y volcamos poco a poco la mezcla líquida, que iremos mezclando con la ayuda de una varilla.

7- Ahora hay que preparar el molde donde volcaremos nuestra mezcla preparada. Dadas las cantidades preparadas, será suficiente con un molde de entre 20 y 25 cm de diámetro.

Para asegurarnos de que nuestra tarta no se pegue y sea fácil de deslmoldar, se pueden seguir dos trucos, dependiendo del tipo de molde usado.

Si es un molde fijo, lo mejor es coger un trozo suficientemente grande de papel de horno, hacerlo una bola, mojarlo bajo el grifo y una vez estirado, proceder a adaptarlo a la forma del molde.

Por gentileza de El Horno de Uli
La otra opción es para aquellos casos en los que se vaya a usar un molde desmontable, de los típicos para tartas. En este caso, se colocará un papel de horno en el fondo, dejando que sobresalga el papel por la parte de abajo del molde (es más fácil si el papel de horno ha sido mojado previamente).

Y para que no se pegue la tarta a los laterales, cortaremos otro papel de horno en dos partes, que doblaremos por la mitad  a lo largo. Para que el papel se pegue al molde y se mantenga, untaremos los laterales con mantequilla, que harán de "cola" para el papel.

8- Una vez que tenemos la mezcla en el molde, la introduciremos en el horno, precalentado a 180ºC durante unos 40-45 minutos, si bien conviene vigilar por si la parte superior del pastel comienza a quemarse.

Otro truco para cuando esto pasa, o sea, la parte superior del pastel se está empezando a quemar, y sin embargo, en centro de la tarta no está todavía hecha, lo que tendremos que hacer es cubrir la tarta con papel de aluminio, de forma que se evitará que se queme la superficie, y facilitará la cocción del interior de la tarta.

9- Desmoldamos la tarta y dejamos sobre una rejilla para que se enfríe.


10- Para elaborar la cobertura, pondremos en un bol el azúcar glasé y el queso Mascarpone y, con una barilla, los mezclaremos completamente.

11- Ahora, y teniendo mucho cuidado, con la batidora con el accesorio de la varilla, empezamos a mezclar el queso y azúcar añadiendo, poco a poco, la nata bien fría (como si estuviesemos haciendo una mahonesa) y seguiremos con cuidado, porque se nos puede cortar. Una vez tengamos la mezcla bien montada (para comprobarlo sólo tenéis que colocar el bol sobre vuestras cabezas, y si no os cae nada) estará lista para cubrir nuestra tarta con los motivos o adornos que decidáis.

12- Dejar la tarta terminada en la nevera durante unas horas y ya estará lista para su disfrute.



Bon appétit.


domingo, 7 de octubre de 2012

Pastel de pollo



Tras la receta de la empanada de atún, he de reconocer que me ha gustado descubrir el uso del hojaldre para la realización de otros platos. En este caso voy a preparar un pastel de pollo, cuya receta original estaba pensada para hacer de manera rápida, pero creo que es mejor dedicarle el tiempo necesario para alcanzar la máxima expresión de los sabores elegidos.

En realidad, esta receta se puede presentar con dos rellenos del pastel distintos, uno de ellos con salsa curry y champiñones y otro con salsa de mostaza y puerros, que es la que os voy a presentar. De hecho, las salsas de curry y de mostaza son intercambiables.

INGREDIENTES: (para 4 personas)

- 4 muslos de pollo deshuesados sin piel
- 60 gr de harina
- 60 gr de mantequilla
- 1 puerro
- 1 calabacín
- 1 cebolla
- 750 ml de leche
- Masa de hojaldre
- Mostaza inglesa
- Nuez moscada
- aceite, sal y pimienta


ELABORACIÓN:

- Troceamos los muslos de pollo, el calabacín, cebolla y el puerro para dejarlos preparados e ir añadiéndolos según se vayan necesitando.

- En un sartén grande ponemos un poco de aceite y procedemos a freir el pollo, que previamente habremos salpimentado, asegurándonos de que se fría bien y alcance ese color pardo característico que nos dará un mayor sabor.


- Retiramos el pollo, y en la misma sartén incorporamos la cebolla, el puerro y el calabacín, con un poco de sal, y la cubrimos para asegurarnos de que se haga rápidamente. Además, de este modo, el agua que sueltan las verduras nos servirá para desglasar los restos que hayan quedado previamente pegados a la sartén procedentes del pollo frito, lo que acentuará el sabor de la salsa que posteriormente elaboraremos.



- Retiramos las verduras y procedemos a elaborar la bechamel. Para ello preparamos un roux con la mantequilla y la harina. Ponemos la harina en la sartén y la dejamos hasta que se funda momento en el que incorporaremos la harina e iremos moviendo la mezcla a fuego medio durante no menos de tres minutos, para asegurarnos de que la harina queda adecuadamente cocinada. Como veremos, conforme vamos removiendo la mezcla se observa cómo crece poco a poco.



- Una vez tenemos el roux preparado, sólo tendremos que ir añadiendo la leche caliente poco a poco y la nuez moscada, e ir removiendo con unas varillas sin parar, e iremos observando cómo va espesando la mezcla a medida que pasa el tiempo. Dado que vamos a preparar un pastel, conviene llevar la bechamel a un punto en el que no quede ni demasiado líquida ni demasiado espesa.

- Añadimos 1 o 2 cucharadas de la mostaza inglesa (hay que tener en cuenta que esta mostaza está mucho más especiada que la que habitualmente podamos emplear en casa, por lo que conviene añadirla poco a poco hasta encontrar el punto que nos agrade).

- Incorporamos el pollo y las verduras, removiendo todo para que quede una mezcla homogénea y llevamos la mezcla a una bandeja de horno, que cubriremos con una lámina de hojaldre, dejando un orificio en el centro para que permita la salida de los vapores que se generen en su interior.







- Ponemos la bandeja en el horno, precalentando a 190ºC, durante 25 minutos y tendremos nuestro pastel terminado y a punto para degustar.


Por cierto, hay que tener cuidado porque el hojaldre hace que el calor se quede por mucho tiempo en el plato y corremos el riesgo de quemarnos si nos dejamos llevar por el aroma y la vista de este plato.


Bon appétit.